Cuando vayamos a adquirir una ninfa estos son los principales aspectos que debemos tener en cuenta:
- Una ninfa sana se posará en las perchas de la jaula erguida y ágil.
- Los ojos deben estar abiertos y brillantes.
- Su plumaje debe ser uniforme sin claros de plumas. Su aspecto será el de un ave lustrosa, debe de estar complemente limpia sin restos de heces o suciedad.
- Una ninfa sana no se deja picotear o molestar por otros compañeros de la jaula.
- El pico debe encajar correctamente (la parte de arriba con la de abajo) y estar completamente liso.
- La cola y la cloaca de la ninfa no deben estar sucias, ni llenas de excrementos, si lo estuviera significaría que el ave puede estar sufriendo algún trastorno intestinal.
- La quilla no debe casi notársele a simple vista, si la palpamos notaremos que a ambos lados de ella tiene carne, esto significa que el ave no está desnutrida, si lo estuviera la quilla sobresaldría mucho.
- También es importante escuchar la respiración de la ninfa, si ponemos la ninfa junto al oído no debemos escuchar ruidos extraños, debe de escucharse una respiración constante sin pitidos, si notamos alguna respiración extraña puede que el ave tenga alguna infección respiratoria.
Para comprobar todo esto primero la observaremos detenidamente en la jaula y luego la sostendremos en nuestras manos, si es una ninfa salvaje podemos pedir que nos dejen un guante, para evitarnos algún picotazo.
Os recomiendo que si vais a comprar una ninfa lo hagáis durante las horas de la mañana, ya que el ave luego tendrá que adaptarse a su nuevo entorno, y así tendrá más tiempo para adaptarse antes de que llegue la noche, ya que de lo contrario se podría pasar la noche en vela por no estar complemente ubicada.
También a su llegada debemos de ponerle a ras de suelo (de la jaula) semillas y agua limpia hasta que encuentre la ubicación de los comederos y bebederos, este proceso puede tardar varios días.